Nadando con manatíes

5:30 de la mañana, Crystal River, Florida. Suena el despertador. Noche cerrada, 3 grados bajo cero. Cogemos el coche y nos dirigimos al centro de buceo Birds Underwater.

A las siete de la mañana entramos en el agua, a 22ºC, en el manantial de Three Sisters, lugar de la mayor concentración invernal del manatí de Florida. Fuera continúan temperaturas bajo cero. Nos dicen que hay que estar allí temprano para cogerlos cuando se acaban de despertar, y antes de que se dispersen para alimentarse.

Crystal River en uno de los días más fríos del año, a las 7.00 de la mañana

El manatí de Florida, Trichechus manatus latirostris (Harlan, 1824), es uno de los mamíferos más amenazados del planeta. Viven dispersos en el mar durante los meses de primavera y verano. Cuando el agua del mar se enfría por debajo de 23ºC, una gran parte de esta población busca los manantiales de agua cálida en los ríos de Florida.

El manantial de Three Sisters es el lugar de la mayor concentración invernal del manatí de Florida

El más conocido y el que concentra más individuos es Crystal River, hora y media al norte de Tampa, y que vierte al Golfo de México. Three Sisters y King Bay son los dos mayores manantiales de agua cálida de Crystal River, donde cada año se concentran varios cientos de éstos sirénidos.

Al despertar, los manatíes bajan a zonas de estuario donde alimentarse, abandonando temporalmente los manantiales.

Cuando entramos, el agua está oscura. No es lo habitual, pero sí lo normal cuando tantos manatíes se concentran, ya que al moverse levantan sedimento del fondo. Pero es un río, el agua corre, y antes o después terminará poniéndose cristalina.  Las líneas de boyas delimitan las zonas santuario. Prohibido entrar, ni siquiera nadando. Pero no hace falta, al final ellos vienen hacia nosotros. Estamos  en apnea, la profundidad no pasa el metro y medio. Los manatíes empiezan a interactuar.

Los ejemplares más pequeños son más confiados y juguetones.

El manatí de Florida es uno de los mamíferos más amenazados del planeta

La experiencia es única, intensa. Son animales inteligentes y juguetones, que se acercan a milímetros de nuestra cara para luego voltearse y que les rasquemos la barriga. Cuando no te agarran con sus aletas por varios minutos y se quedan así, inmóviles, viendo para uno y seguramente haciéndose las mismas preguntas que nos hacemos nosotros hacia ellos.

Cuando están despiertos, los manatís deben asomar el hocico a superficie a respirar cada 3-5 minutos

En la actualidad quedan en Florida alrededor de 3000 manatíes.  La destrucción de los hábitats de alimentación y zonas de paso son sus principales amenazas, además de los encuentros con las hélices de las numerosas embarcaciones deportivas que transitan por los canales y pasos costeros. Desgraciadamente, muchos manatíes llevan en su dorso las cicatrices de las heridas provocadas por las hélices de estos botes. La Florida Fish and Wildlife Research Comission tiene en la actualidad programas de estudio de los movimientos de estos animales para poder gestionar y legislar hábitats y tráfico marítimo, para lo cual se marcaron con GPS varias decenas de individuos, como el de esta imagen:

Un individuo con GPS incorporado.

En resumen, una experiencia que vale la pena.

2 comentarios sobre “Nadando con manatíes

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