Los peces más coloridos de Galicia

Por Rafael Bañón y Manuel E. Garci

La coloración en los peces es debida a una serie de pigmentos (carotenoides, melanina, flavina, guanina) que se acumulan en células especializadas (cromatóforos, melanóforos, guanóforos). La mayoría de los peces presentan dos o más colores, dispuestos frecuentemente en manchas, ocelos y bandas dispersas por el cuerpo.

La diversidad de colores en peces disminuye a medida que aumenta la latitud y la profundidad.

La coloración varía dependiendo de varios factores, principalmente del hábitat que ocupan los peces. La mayor diversidad de colores se da en las zonas litorales y tropicales y esta diversidad disminuye con la latitud y la profundidad. Así, en las zonas más profundas gran parte de los peces son todos pardo-oscuros, negros o rojos. Los peces pelágicos presenta un patrón de pigmentación dorso-ventral caracterizado por una región dorsal de color oscuro y una región ventral de color claro. Este patrón es de especial utilidad frente a la depredación, una zona dorsal oscura camufla el pez cuando se observa desde la superficie y la región ventral clara cuando se observa desde el fondo. Otras coloraciones como la críptica y la disruptiva también tienen como función la de camuflaje.
Galicia está situada en la zona subtropical-templada del Océano Atlántico. Las coloraciones dominantes de los peces en Galicia son pardas y grisáceas más o menos claro-oscuras.

En Galicia, las coloraciones dominantes de los peces son las pardas y grisáceas.

Sin embargo, unas pocas especies presentan colores vivos y llamativos. De todas ellas, un serránido no muy frecuente, el tres colas (Anthias antias), es uno de los más espectaculares, con tonalidades rojas, rosas, naranjas y amarillas muy vivas en el cuerpo, más claras en el vientre, con tres líneas amarillas en los lados de la cabeza.

Anthias anthias (Linnaeus, 1758). Foto: Manuel Garci (Bioimaxe, http://bioimaxe.blogspot.com)

Más comunes son algunos lábridos (Familia Labridae) como la julia o doncella Coris julis y el gallano Labrus mixtus. Ambas especies son hermafroditas protogínicas, la mayoría de ellos nacen siendo hembras y a lo largo de su vida algunos ejemplares se transforman en machos. Los dos sexos se pueden diferenciar externamente por su coloración, lo que se denomina dimorfismo sexual o dicromatismo sexual.

Dicromatismo sexual en Coris julis (Linnaeus, 1758). Foto: Rafael Bañón.

Las hembras de C. julis presentan una franja horizontal de color amarillo con una línea horizontal oscura por encima, y el vientre de color blanquecino. Los machos adultos presentan el dorso de color naranja con una línea transversal amarillenta dibujando un zigzag; la cola y pedúnculo caudal azul oscuro y la aleta dorsal con manchas franjas oscuras al inicio y en la parte posterior; vientre blanco o amarillento.

Comportamiento de Coris julis (julia o doncella), Parque Nacional das Illas Atlánticas from Ecología Azul on Vimeo.

Las hembras de L. mixtus son rosa-anaranjado por el dorso y los flancos, con el vientre blanquecino amarillento, y tres manchas negras en el dorso, dos en la base de la parte blanda de la aleta dorsal y una en el pedúnculo caudal. Los machos de líneas irregulares color azul sobre fondo pardo oscuro o verdoso, vientre color naranja.

Labrus mixtus Linnaeus, 1758. Foto: David Villegas, BEC.

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